Todos me dicen que no he cambiado desde que llegué aquí. Y, sin embargo, entonces solo tenía dieciséis años; y si bien la vida es siempre la misma, lo cierto es que los años pasan.
País de Nieve, Yasunari Kawabata, fue primero publicada de forma serializada en los años 30 y finalmente como novela en 1948. Nos cuenta la relación entre Shimamura, un hombre casado de ciudad, cosmopolita en gustos y costumbres, y Komako, una joven aprendiz de geisha rural. Este idilio se prolonga de forma intermitente durante tres años con las visitas del protagonista a la estación donde ella vive y trabaja, que está situada en el País de Nieve del título. Es un lugar apartado de todo, con sus propios ritmos y belleza de inviernos intensos que se repiten, como las visitas de un Shimamura incapaz de amar a Komako, pero a la que no puede abandonar definitivamente, por muy inútil que considere su relación. Todo esto lejos de la urbe, de una Tokio que «es un lugar lleno de ruido y desorden que fragmenta los sentimientos», aunque para fragmentada su relación; desigual, llena de medias verdades, incomprensión y terceras partes involuntarias como Yoko.