País de Nieve

Todos me dicen que no he cambiado desde que llegué aquí. Y, sin embargo, entonces solo tenía dieciséis años; y si bien la vida es siempre la misma, lo cierto es que los años pasan.

país de nieve

 

País de Nieve, Yasunari Kawabata, fue primero publicada de forma serializada en los años 30 y finalmente como novela en 1948. Nos cuenta la relación entre Shimamura, un hombre casado de ciudad, cosmopolita en gustos y costumbres, y Komako, una joven aprendiz de geisha rural. Este idilio se prolonga de forma intermitente durante tres años con las visitas del protagonista a la estación donde ella vive y trabaja, que está situada en el País de Nieve del título. Es un lugar apartado de todo, con sus propios ritmos y belleza de inviernos intensos que se repiten, como las visitas de un Shimamura incapaz de amar a Komako, pero a la que no puede abandonar definitivamente, por muy inútil que considere su relación. Todo esto lejos de la urbe, de una Tokio que «es un lugar lleno de ruido y desorden que fragmenta los sentimientos», aunque para fragmentada su relación; desigual, llena de medias verdades, incomprensión y terceras partes involuntarias como Yoko.

Son muchos los temas que me han llamado la atención en esta novela de premisa muy simple pero multitud de contrastes. De entrada, conocemos una geisha que enamora por la pureza y la sensación de limpieza que trasmite, una joven en la que se despertará una pasión bastante irracional que contrasta tanto con el escenario en el que se desarrolla como el objeto de deseo, inalcanzable y la verdad que para esta lectora no muy atractivo. Todo lo que viene después puede ser un «esfuerzo hecho en vano», una de las ideas que más me han interesado. La constancia en el empeño en disfrutar de la vida es una de las características que hacen de Komako uno de mis personajes favoritos en mucho tiempo. La relación entre ellos es inútil sí, pero la vive con total abandono, en plenitud, porque, ¿qué es útil en esta vida que merezca la pena? Las diferencias entre ambos no acaban aquí, viven en la incomunicación, guardándose secretos por mucho que valoren la honestidad. Conocemos la formación de Komako, la vemos crecer, su vulnerabilidad y su vitalidad, sus escapadas fiesteras y sus retornos con el kimono del revés y rodando ladera abajo gracias al sake. Qué queréis que os diga, me ha parecido una imagen la mar de acertada y con la que es fácil identificarse. Ella es el corazón de la novela, sobre todo comparada con ese Shimamura, con «su sensibilidad egocéntrica de hombre ocioso», que está ciego y pasivo ante lo que le rodea, hasta un final estupendo en el que todo explota, y él también se queda mirando.

lectura conjunta pais de nieveEsta lectura ha sido un desafío, no estoy acostumbrada a la literatura asiática, y aún menos clásica, aunque el autor es un premio Nobel, así que no es un desconocido. Ha sido una experiencia muy interesante, primero porque me ha gustado mucho, y además, me ha recordado lo aburrido que es encontrarse las mismas formas y convenciones narrativas siempre, ver el mundo de una sola manera. Sé que no estoy descubriendo nada, pero la verdad es que salirse de lo habitual requiere un esfuerzo mayor que el de ser consciente de la problemática, ya que no es solo coger un libro, es educarse y abrir la mente a los usos de las «otras» voces y esto es un proceso que se aprende, como con cualquier otra forma de arte.

Y voy a llevarlo a la práctica.

No solo hay distintas formas de escribir sino también de leer, así que ¡gracias a la organización de la lectura por el empujón!

 

10 comentarios en “País de Nieve

  1. ¡Hola!
    Ahora tienes que dar el paso y animarte con algo de Haruki Murakami. Mi recomendación es Al sur de la frontera, al oeste del Sol.
    En cuanto a País de nieve: me encantó la ambientación y la pluma del autor. Me encantó que las descripciones del autor me transportaron a ese precioso lugar, a País de nieve. Los personajes no me convencieron, aunque coincido contigo en que la verdadera protagonista es Komako y me gustó ver como se va formando.
    Un beso

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  2. Hola Isa, me has leído la mente porque el próximo que voy a leer es justo ese libro de Murakami 😀 En País de Nieve los personajes femeninos si me convencieron, pero el prota es un poco imposible. Besos 🙂

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  3. ¡Hola!
    A mi también me llamó mucho la atención lo del esfuerzo en vano, porque es algo en lo que Shimamura piensa mucho, si vale la pena seguir con esa relación o no.
    Komato fue el personaje que más me gustó, aunque sus diálogos no acababan de llegarme, me gustaba, como dices, esa locura de irse de copas y acabar borrachísima. Aunque creo que el autor incidió demasiado en eso, es un detalle que me gustó bastante.

    Me ha gustado mucho tu reseña, espero que tengas ganas de seguir con la literatura japonesa y oriental en general, por que hay muchísimo que descubrir.

    ¡Un beso!

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  4. Hola! Parece que hemos coincidido 🙂 Y ganas de seguir con lo oriental un montón, que tengo la «suerte» de no tener ni idea e ir con toda la inocencia del mundo. Un beso!

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  5. Me ha gustado mucho eso de «educarse y abrir la mente a los usos de las “otras” voces», me hace plantearme relecturas de ciertos libros de Kawabata que ya he leído, no sólo por eso, sino porque estoy convencida de que ahora vería cosas que en su momento no ví también a causa de mi poca madurez lectora en ese momento (para que voy a mentir XD ).
    Muchas gracias por picarme el gusanillo con este autor otra vez 😉
    Un beso!!

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  6. Hola India 🙂 Yo es que lo noto mucho eso, primero te «acostumbras» a otras cosas, las empiezas a ver con otros ojos y luego las disfrutas. Que si no de entrada o te parecen un lío o un tostón porque no entra fácil. Ya me he apuntado todos tus Kawabatas, voy a arrasar su obra 😛 Un besote

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  7. La literatura oriental no me es ajena, y el caso es que cuando empecé a leerla (creo que Mishima abrió la brecha, el camino o lo que sea, años ha) no me «chocó». Quiero decir, que aunque es una forma distinta de contar, mi sensación es siempre que se complementa más que «chocar» con la literatura a la que estoy acostumbrada. Es otra pausa, otras imágenes, otro ritmo… y me gusta. Kawabata lo tengo pendiente, que es que es imposible llegar a todo 🙂

    Besos y gracias!

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  8. Hola Ana! Tal vez chocar no, pero para mí si que está siendo algo más que un complemento, no solo me aporta cosas nuevas sino que lo hace forzándome un poco como lectora, es un cambio de chip y una llamada de atención a lo acostumbrada que estoy a las mismas formas. Supongo que me falta también mucho por aprender como lectora. Ya le tengo echado el ojo a alguno de Mishima.
    Besos y gracias a ti por tus comentarios 🙂

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  9. ¡Hola!
    Yo también participé en la LC de Isa-janis y ahora me paso por los blogs que han participado así de paso conozco nuevos blogs y también veo su opinión sobre «País de nieve». Coincido contigo con lo que dices sobre el estilo y la manera de narrar de Kawabata. Supongo que al ser asiático y radicalmente diferente a nuestra literatura se tiene que hacer como un esfuerzo en adaptarse a él.
    Un beso! ^^

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  10. Hola y bienvenida 🙂 Yo tengo pendiente hacer la ronda, que es casi tan divertido como la lectura 😉 Me alegro de que coincidamos, a mí la verdad es que me sorprendió gratamente la novela.
    Besos!

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